El carro de la compra del coronavirus

Hoy elmundo.es publicaba esta noticia, https://www.elmundo.es/economia/2020/03/10/5e66d835fc6c83d03c8b4624.html, informando sobre cómo ayer empezaron a verse imágenes de estanterías vacías en varios supermercados y rotura de stock en algunos productos concretos. Tanto si eres un amante de las conspiraciones con un búnker preparado para la 3a guerra mundial como si, simplemente, eres algo más previsor de lo recomendable, puede que hayas pensado en comprar un poco más de comida por si la situación de estos días se descontrola. Es posible que, simplemente, te hayas dejado llevar por la histeria colectiva y ya hayas salido a vaciar los estantes del supermercado más cercano. Sea cómo sea, no quería dejar de recomendaros una estrategia para vivir la locura general de la forma más cabal posible. En cualquier caso, no tienes que resignarte a comer durante días arroz y sopa de sobre. Un poco de planificación puede ayudarte a alimentarte correctamente incluso si realmente tienes que quedarte aislado o sin suministros varias semanas. En el caso real de una cuarentena, lo ideal es limpiar las latas viejas de la despensa; almacenar lo esencial y aumentar las raciones de tu "meal prep" (tus comidas pre-preparadas). Ante cualquier situación de aislamiento prevista, una buena regla es preparar dos semanas de suministros. No hace falta volverse loco y gastarse cientos de euros en vaciar tu "súper" habitual, aunque sé que a muchos les tranquilizará tener alguna provisión en la despensa. Si este es tu caso, recomiendo comenzar por revisar tus existencias actuales y deshacerte de todo lo que no necesites, empezando por todo aquello que haya caducado (sí, ambos sabemos que tú también tienes alguna lata o bote de conservas que ya caducó). Tu lista de la compra para el apocalipsis debería incluir elementos de los principales grupos alimenticios y macronutrientes: Fuentes de proteínas como pescado y judías enlatadas, frutas y verduras congeladas y/o enlatadas, tomates triturados o en salsa; pan, arroz, quinoa y pasta (integral, si es posible) y grasas saludables como aceite de oliva, frutos secos y derivados. Todo ello, unido a ese excedente de tus platos favoritos que prepararás y congelarás, debería bastar para permitirte pasar un holocausto felizmente alimentado.